Esta foto fue casual. Uno de esas capturas que puedes hacer simplemente porque da la casualidad de que cuando miras, llevas la cámara encima.
Tiempo después, volvimos a pasar por el mismo lugar en otra visita y descubrimos un paisaje que, aunque coincidía en lugar, había cambiado en esencia.
Donde antes había un campo de cebada de espigas meciéndose con el viento invitándote a adentrarte en ellas y acariciarlas, ahora veíamos un campo segado de tallos dorados, secos y duros que amenazantes nos decían claramente que era mejor mirar desde la distancia sin que nos castigaran las piernas.
Decidimos volver a fotografiar la caseta y desde entonces, cada vez que visitamos La Rioja, una tarea ineludible es hacer esa foto. Las imágenes se han ido acumulando, aunque todavía no son muchas, y con ellas pequeños instantes en los que poder pararnos a pensar en el paso del tiempo.
El pequeño refugio para el trabajador permanece inalterable mientras a su alrededor no sólo va pasando el tiempo. Pasan las estaciones, el frío, el viento o las tardes soleadas y calurosas. Hemos podido verlo rodeado de nieve y justo un año después estar disfrutando de un agradable día de invierno, o sencillamente bañado de sol y de lluvia en el mismo día.
La fotografía de cabecera, la primera de la serie, fue realizada hace cinco años, cuando comenzábamos el proyecto de la Casa MI. Meses más tarde decidimos presentarla al XX Concurso de Fotografía-Arquitectura 2007 de la Demarcación de Toledo del COA Castilla-La Mancha en el que fue seleccionada para la exposición.
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Caseta de aperos en Cañas, La Rioja appeared first on arquitextonica.net.